Pablo Huneeus
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DESCLOSETEARSE
por Pablo Huneeus

Supe que un connotado economista, catedrático y financista, se había “descloseateado”, llegando a pasearse por la Feria del Libro de la mano de un joven poeta. También, que una sobrina lejana, tras once años de tortuoso matrimonio y tres niños, había optado, al fin, por descloseatarse y anda con su amiga del alma de luna de miel en Europa. Todas sus trancas y depres, dicen que dice, se debían a que no asumía su condición, por lo que vivía en eterna pugna contra sí misma.

Descloseatearse: decisión de la persona homosexual de salir del closet, darse a conocer como tal y dejar de fingir ser normal. Fin de la doble vida.

En Maipú, durante la semana pasada hubo dos intentos de hombres maduros de apoderarse de minibuses atiborrados de escolares. ¿Que querían hacer con ellos? Se investiga, dice la policía que oportunamente, esta vez, los atrapó. Unos niños, lograron abrir la puerta y lanzarse desde el vehículo en movimiento.

Por su parte, el jueves último, tras seis años de conciliábulos el Vaticano, por orden de Benedicto XVI, dio a conocer un nuevo instructivo de 17 páginas para seminarios y noviciados intitulado: ORIENTACIONES PARA EL USO DE LAS COMPETENCIAS DE LA PSICOLOGÍA EN LA ADMISIÓN Y LA FORMACIÓN DE LOS CANDIDATOS AL SACERDOCIO.

Ahí la Iglesia reitera su condena de 2005 al mal de Sodoma y Gomorra como aberración antropológica. "La homosexualidad aún si no se practica es una desviación, una irregularidad, una herida", declaró en la ocasión el cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregación Vaticana para la Educación, encargada de redactar el libelo.

A fin de que no vuelvan a repetirse los escándalos de curas y monjas pederastas que se solazaban con impúberes americanos, el Papa insta a valerse de la psicología moderna para detectar “dependencias afectivas fuertes”, “la identidad sexual incierta” y “la tendencia arraigada a la homosexualidad”.

Llama, asimismo, a rechazar postulantes al sacerdocio que denoten “rigidez de carácter” y demás anomalías de personalidad, como puede ser la esquizofrenia, que entorpezcan ejercer dignamente el magisterio eclesiástico. "Muchas incapacidades psicológicas más o menos patológicas se pronuncian sólo después de la ordenación como sacerdote", agrega el instructivo. "Los errores para discernir la vocación no son raros", subraya.

Si la Iglesia Católica da la pauta moral en tantas cosas, como lo que va del Santo Oficio al Ministerio Público (ambos son la misma idea) ¿no será el caso de aplicar similar prevención de la pederastia? Un chequeo psicológico, como quien renueva la Licencia de Conductor, debiera aplicarse no sólo a quienes se consagran a Dios, sino también a sostenedores, parvularias, profesores e inspectores de colegios laicos.

Téngase presente que la pedofilia es una compulsión tan fuerte e incorregible que sus cultores, cual abejorros donde hay miel, vuelan a ocuparse en jardines infantiles, liceos, orfelinatos y presidios de menores, que les brinden acceso directo, y en condiciones de superioridad, a niños incautos.

Más aún, abrumados por sus irrefrenables impulsos tienden a casarse como la gente y a formar familia con la pura finalidad de tener una “pantalla” que oculte su pasión por la carne cruda. Con sus propios hijos, ni sueñan hacer lo que desean con otros, por lo que se esmeran en ganarse la confianza del padre o la madre de la tierna presa que les atrae.

Que se desclosetearan, o desclosetearlos, sería un avance. Entretanto, padre de familia, educador decente, madre pobre: desconfía siempre del tío o la tía que se encariña tanto con críos ajenos. Que no vengan con que tu hija es un diamante sin pulir ¡típico! para que se la entregues en bandeja. Menos, que el pollito es tan genial, tan brillante y estudioso, que lo quiero de ayudante.

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